El arte no está reñido con el cuidado de nuestro entorno y el respeto al medio ambiente. Jugar con distintos materiales y hacer del reciclaje de los mismos una forma de expresión es una via tan válida como otras, para que el artista y el espectador tomen conciencia de que nuetros productos de desecho pueden reutilizarse y convertirse en ARTE.
El reciclaje creativo es un fenómeno multicultural y global, que ha ocupado y ocupa un lugar destacado en el arte popular y la artesanía de todas las sociedades del mundo. Fue introducido en el arte occidental por las vanguardias a principios del siglo XX y a finales ha entrado en el ámbito del diseño.
En el transcurso del siglo XX, caracterizado por la creciente urbanización de un mundo cada vez más deshumanizado y consumista, la basura se convirtió en un elemento recurrente en algunas de las corrientes artísticas más significativas. Tanto los dadaístas y Duchamp como Miró y Tàpies incorporan en sus obras objetos encontrados. Asimismo los Nouveaux Realistes , el Pop-Art, el Arte Povera y Fluxus utilizan objetos cotidianos y desechos, aparentemente sin valor, para simbolizar la creciente desvirtualización y cosificación del ser humano. Ahora que se perfila, cada vez con mayor claridad, un panorama desolador provocado por un desarrollo global insostenible, es imperativo animar a las nuevas generaciones a que utilicen el reciclaje no sólo como un recurso de crítica, sino como una herramienta, al alcance de todo el mundo, para la transmutación de la protesta en propuestas positivas, que son la semilla de un mundo más sostenible.
El reciclaje creativo es un fenómeno multicultural y global, que ha ocupado y ocupa un lugar destacado en el arte popular y la artesanía de todas las sociedades del mundo. Fue introducido en el arte occidental por las vanguardias a principios del siglo XX y a finales ha entrado en el ámbito del diseño.
En el transcurso del siglo XX, caracterizado por la creciente urbanización de un mundo cada vez más deshumanizado y consumista, la basura se convirtió en un elemento recurrente en algunas de las corrientes artísticas más significativas. Tanto los dadaístas y Duchamp como Miró y Tàpies incorporan en sus obras objetos encontrados. Asimismo los Nouveaux Realistes , el Pop-Art, el Arte Povera y Fluxus utilizan objetos cotidianos y desechos, aparentemente sin valor, para simbolizar la creciente desvirtualización y cosificación del ser humano. Ahora que se perfila, cada vez con mayor claridad, un panorama desolador provocado por un desarrollo global insostenible, es imperativo animar a las nuevas generaciones a que utilicen el reciclaje no sólo como un recurso de crítica, sino como una herramienta, al alcance de todo el mundo, para la transmutación de la protesta en propuestas positivas, que son la semilla de un mundo más sostenible.
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