
Es en la década de los sesenta que paralelo al surgimiento de la conciencia ecológica aparece en escena el discurso artístico medioambiental el cual acentúa los orígenes biológicos del hombre, su parentesco con toda la vida, la continua pertenencia y dependencia de la comunidad biótica.
El ambiente físico, semántico y cultural influye en nuestra manera de ver y comprender quienes somos con relación al lugar donde vivimos.
Los artistas tienen diferentes miradas sobre el mundo para interpretar las condiciones artísticas y contextuales de una situación comunitaria particular.
Basados en esta noción los artistas del arte ecológico comenzaron a redireccionar sus motivaciones hacia una reacción contemporánea contra la amenaza de la destrucción del ambiente. Dice Barbara Matilsky en su libro Frágiles Ecologías, que estos artistas difieren de otros pues en vez de tener una actividad individual, su trabajo es patrocinado por una institución en una empresa cooperativa entre el artista y la comunidad. Si bien este arte comprende una amplia variedad de formas, si expresa un mensaje en común. Trabajos que laboran para recuperar o rehabilitar la tierra y para avivar el respeto y la comprensión de la naturaleza.
Es en este contexto donde se afirma el arte ecológico contemporáneo como un nuevo género de arte público que explora nuevos estilos de vida con base en el ámbito social, ecológico y educativo. Los artistas hacen el trabajo cultural mediante el arte en relación con las caracterí
sticas sistémicas de lo humano, lo vegetal y lo animal interactuando en localizaciones geográficas específicas.
El ambiente físico, semántico y cultural influye en nuestra manera de ver y comprender quienes somos con relación al lugar donde vivimos.
Los artistas tienen diferentes miradas sobre el mundo para interpretar las condiciones artísticas y contextuales de una situación comunitaria particular.
Basados en esta noción los artistas del arte ecológico comenzaron a redireccionar sus motivaciones hacia una reacción contemporánea contra la amenaza de la destrucción del ambiente. Dice Barbara Matilsky en su libro Frágiles Ecologías, que estos artistas difieren de otros pues en vez de tener una actividad individual, su trabajo es patrocinado por una institución en una empresa cooperativa entre el artista y la comunidad. Si bien este arte comprende una amplia variedad de formas, si expresa un mensaje en común. Trabajos que laboran para recuperar o rehabilitar la tierra y para avivar el respeto y la comprensión de la naturaleza.
Es en este contexto donde se afirma el arte ecológico contemporáneo como un nuevo género de arte público que explora nuevos estilos de vida con base en el ámbito social, ecológico y educativo. Los artistas hacen el trabajo cultural mediante el arte en relación con las caracterí

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